¿Cómo sería amarte?
Ejercicio práctico
Me gustaría que pudieras conectar con la aceptación y el amor propio.
Aceptar es liberarse, aceptar es reconocer que las cosas son como son, sin la historia que me cuento de cómo quiero o me gustaría que fuera.
Entre la vida que vivo y la vida que me gustaría vivir hay una diferencia y en la mayoría de casos esa diferencia se traduce en DOLOR.
En la experiencia DOLOR puedo dar 3 respuestas posibles:
Resistirme
Resignarme
Aceptar
Entre ellas hay mucha confusión. En mi día a día, hablo con personas que se niegan a aceptarse tal y como son, se niegan a aceptar su cuerpo tal y como es. Para ellas hacer este movimiento sería quedarse como están, estar en contacto con el DOLOR.
Y se resisten, aplican fuerza, tensión y mucha energía en luchar contra lo que ES. Con emociones que no les permiten vivir paz o calma como rechazo, frustración, asco, odio y rabia. Desde aquí no están formando parte de la solución, sino están sumando energía al “problema” y así aumentar el dolor. Tarde o temprano se agotan, frente al total desgaste de energía se desplazan a la resignación, sintiendo tristeza, hastío y pereza. Desde aquí creen que no pueden hacer nada para cambiar su realidad y se someten a ella, “se dan igual”.
La aceptación de la realidad te libera de malgastar tu energía en algo que no puedes cambiar.
Aceptar no te libera del dolor, el dolor forma parte de la vida, pero la aceptación permitirá que ese dolor no se convierta en sufrimiento y que toda tu energía se invierta en formar parte de la solución y avanzar hacia donde deseas.
Te invito a que practiques el ejercicio que encontrarás en este vídeo a continuación, y me encantará que puedas compartir conmigo, si lo deseas, tu experiencia. La experiencia de sentir que puede hacer tu amor propio, cargado de sincera aceptación, por ti ahora.